La hermosa isla de Malta consta con una dilatada historia gracias a su ubicación estratégica, que la han convertido en objeto de deseo de varias potencias y naciones a lo largos de los años. En pleno centro del Mediterráneo, cerca del sur de Italia y al norte de Libia, se encuentra el archipiélago Maltés, con una gran cantidad de bahías en su costa, ideales para el fondeo, y adornadas con hermosos puertos pesqueros que el capitán irá descubriendo mientras salta de isla en isla y de islote en islote, donde la calma y la tranquilidad son la tónica dominante. Frente a la Bahia de San Pablo encontramos la hermosa isla de San Pablo (realmente las islas de San Pablo cuando sube la marea, pues se convierten en dos). Todas están bañadas por el sol, con temperaturas rondando los 30 grados centígrados en verano y pocas veces por debajo de 15 en invierno.

Visitar Malta es como viajar en el tiempo, pues las antiguas civilizaciones que se la disputaron han ido dejando cada una su impronta, discernible en su arquitectura, ruinas y museos. Pero la cultura no es el mayor atractivo náutico, sino sus preciosas costas con solitarias bahías y azules aguas, donde, además, poder saborear la cocina tradicional con sabor a mar y marisco.

Si deseas amarrar tu embarcación en un puerto deportivo encontrarás multitud de actividades organizadas que van desde el senderismo, la equitación o el golf hasta el buceo y el snorkel. También hay cruceros no nos conducirán por los puertos más importantes de Malta.