Qué ver en Estado de Paraná
Repleto de atractivos naturales, este estado posee las impresionantes cataratas de Iguaçu, cuatro veces más grandes que las del Niágara,(mejor no visitarlas entre mayo y julio pues el volumen de sus aguas es tan elevado que no permiten acercarse mucho). Río arriba encontramos isla Grande e isla San Martín, entre hermosas formaciones de basalto. No es de extrañar que este parque haya sido declarado Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO. Las temperaturas son agradables todo el año, oscilando entre los 10 los 22 grados y pueden observarse su gran biodiversidad tropical.
Si desea alejarse con su barco de la costa, recomendamos la navegación por las paradisíacas islas de Superagüi e isla de la Miel, esta última un santuario ecológico a 2.5 millas del litoral con playas casi vírgenes, como Praia do Miguel, Fora o Praia do Limoeiro.
Su capital, Curitiba, es la ciudad considerada más ecológica de Brasil, además de poseer recogida selectiva de residuos, goza de una zona verde de 52 metros cuadrados por habitante, calles peatonales y tiendas abiertas las 24 horas. Todas estas son razones para amarrar su embarcación en la costa o subir por el río Atuba desde el litoral hasta la Serra do Mar, donde se alza esta ciudad desde 1842.
Posee uno de los mejores sistemas de trasporte publico del mundo. Recomendamos seguir la “Huellas de los Piñones”, un camino que puede recorrerse no solo en bus, sino también andando o en bicicleta, deteniéndose en los principales puntos de interés turístico, marcados por unos piñones en el suelo. Un recorrido similar es el que realiza “Hulleas de la Memoria” pero este último deteniéndose en edificios históricos e iglesias. Paranaguá posee uno de los puertos más importantes de Brasil, todavía con huellas de su colonización Portuguesa. Está ubicado en una bahía de 300 kilómetros de extensión por lo que tiene cabida playas, canales e islas por las que ir saltando con su velero. Cuando se canse de la navegación, en la Bahía de Paranagua conviven no menos de seis Balnearios.
Finalmente, mencionar la Estación Ecológica de Guaraqueçaba, también en la costa, una reserva que posee la mayor cantidad de bosque Atlántico de Brasil, donde, en una sola parcela de este bosque, convive más diversidad arbórea que en toda la costa Este de los Estados Unidos.
Si desea alejarse con su barco de la costa, recomendamos la navegación por las paradisíacas islas de Superagüi e isla de la Miel, esta última un santuario ecológico a 2.5 millas del litoral con playas casi vírgenes, como Praia do Miguel, Fora o Praia do Limoeiro.
Su capital, Curitiba, es la ciudad considerada más ecológica de Brasil, además de poseer recogida selectiva de residuos, goza de una zona verde de 52 metros cuadrados por habitante, calles peatonales y tiendas abiertas las 24 horas. Todas estas son razones para amarrar su embarcación en la costa o subir por el río Atuba desde el litoral hasta la Serra do Mar, donde se alza esta ciudad desde 1842.
Posee uno de los mejores sistemas de trasporte publico del mundo. Recomendamos seguir la “Huellas de los Piñones”, un camino que puede recorrerse no solo en bus, sino también andando o en bicicleta, deteniéndose en los principales puntos de interés turístico, marcados por unos piñones en el suelo. Un recorrido similar es el que realiza “Hulleas de la Memoria” pero este último deteniéndose en edificios históricos e iglesias. Paranaguá posee uno de los puertos más importantes de Brasil, todavía con huellas de su colonización Portuguesa. Está ubicado en una bahía de 300 kilómetros de extensión por lo que tiene cabida playas, canales e islas por las que ir saltando con su velero. Cuando se canse de la navegación, en la Bahía de Paranagua conviven no menos de seis Balnearios.
Finalmente, mencionar la Estación Ecológica de Guaraqueçaba, también en la costa, una reserva que posee la mayor cantidad de bosque Atlántico de Brasil, donde, en una sola parcela de este bosque, convive más diversidad arbórea que en toda la costa Este de los Estados Unidos.