Creta es la isla más grande de toda Grecia con mil kilómetros de costa mediterránea, playas de arena blanca y calas inaccesibles si no es desde una embarcación. Hablar de Creta es hablar de cultura y arqueología, y es que la isla posee importantes yacimientos de la civilización Minoica, visitables en Knossos, Festos y Gotina. Amarrando su barco en cualquiera de las marinas o puertos de la costa, puede realizar excursiones a todas las ruinas y museos, aunque, gracias a sus ensenadas, la isla también es de fácil fondeo. Y ya que hablamos de arqueología, no podemos dejar de lado la mitología, y es que cabe recordar que la isla es el lugar de nacimiento de Zeus y lugar dónde Dédalo construyó el famoso laberinto del Minotauro.

Pero esta no es la única oferta de esta fantástica isla. Si el capitán desea el bullicio de la ciudad, estas se encuentran ubicadas en la costa norte de la isla, como Chania, Rethimnon, Herakleion y Agios Nikolaos. Por otro lado, para los amantes de la naturaleza, la Garganta de Samaria, declarada parque natural, atraviesa las montañas hasta el mar convirtiéndose en una opción perfecta para realizar rutas excursionistas.

El sur de Creta posee pueblecitos de pescadores únicamente accesibles por mar, como Loutro, un lugar sin hoteles ni coches que todavía no conoce el turismo. Sus playas son paradisíacas y gozan de una fina arena dorada, no obstante, recordamos que la costa sur es también muy accidentada, por lo que su navegación es peligrosa si no es un capitán experimentado. Se encuentra a sotavento de los vientos del oeste.

A pesar de que el clima de toda la isla es Mediterráneo, el norte es más húmedo y soleado. Allí encontramos Heraklion, la capital de esta hermosa isla, justo en el centro de la costa septentrional, que posee una importante vida nocturna.