Qué ver en Córcega
Al sureste de la famosa Costa Azul, a unos 108 millas náuticas, encontramos este destino turístico inigualable. Muy bien comunicado por vía marítima (al oeste de la Toscana y al norte de Cerdeña) se encuentra dividida en dos partes: Córcega alta y Córcega baja. Goza de hermosos acantilados que admirar desde su embarcación y bajo los cuales protegerse de los vientos, así como una hermosa vegetación mediterránea, bosques y relieve montañoso. No es extraño que hoy en día se la conozca como “la isla de la belleza” cuando ya los antiguos griegos la bautizaron Kallisté, que significa “la más bonita”. Con unos mil kilómetros de costa, casi trescientos son de arena blanca y fina conformando unas 200 playas, por lo que es el destino favorito de muchos amantes del mar.
El clima es mediterráneo, pero cabe destacar que los inviernos, aún siendo suaves, son lluviosos junto a la costa (que goza, no obstante, de una temperatura media de 17 grados centígrados, con una media de 25 en verano). Noviembre es el mes más lluvioso mientras que, a partir de Junio, la zona se caracteriza por la ausencia total de lluvias. Para los amantes de los veleros, el viento Maestrale del noroeste sopla con gran velocidad, no tanto el Scirocco desde el sureste o el Libeccio del suroeste.
Entre las ciudades más importantes encontramos Calvi al norte, con su espléndido puerto Xavier Colonna, que es además un importante flujo de turismo hacia la isla, pero las localidades más turísticas se concentran en el sur, como Porto Vecchio o Bonifacio. Esta última es de las ciudades más antiguas de Córcega y todo en ella respira cultura, además, cuenta con un fiordo de 100 metros que le confiere cualidades de un puerto natural.
Un verdadero paraíso repleto de playas, aguas cristalinas, pequeñas calas desiertas y paisajes marinos únicos en el mediterráneo gracias, en parte, a su espesa vegetación que contrasta con la aridez de otras islas de este mar y por lo que, entre los amantes de los deportes náuticos, ha venido a llamarse también “la isla verde”. No hay que olvidarse tampoco que el el centro deportivo de las Regatas Imperiales.
El clima es mediterráneo, pero cabe destacar que los inviernos, aún siendo suaves, son lluviosos junto a la costa (que goza, no obstante, de una temperatura media de 17 grados centígrados, con una media de 25 en verano). Noviembre es el mes más lluvioso mientras que, a partir de Junio, la zona se caracteriza por la ausencia total de lluvias. Para los amantes de los veleros, el viento Maestrale del noroeste sopla con gran velocidad, no tanto el Scirocco desde el sureste o el Libeccio del suroeste.
Entre las ciudades más importantes encontramos Calvi al norte, con su espléndido puerto Xavier Colonna, que es además un importante flujo de turismo hacia la isla, pero las localidades más turísticas se concentran en el sur, como Porto Vecchio o Bonifacio. Esta última es de las ciudades más antiguas de Córcega y todo en ella respira cultura, además, cuenta con un fiordo de 100 metros que le confiere cualidades de un puerto natural.
Un verdadero paraíso repleto de playas, aguas cristalinas, pequeñas calas desiertas y paisajes marinos únicos en el mediterráneo gracias, en parte, a su espesa vegetación que contrasta con la aridez de otras islas de este mar y por lo que, entre los amantes de los deportes náuticos, ha venido a llamarse también “la isla verde”. No hay que olvidarse tampoco que el el centro deportivo de las Regatas Imperiales.