Idílicamente situada en el mar Mediterráneo, tiene la peculiaridad de que las montañas se encuentran situadas a corta distancia de la costa, ofreciendo al lugar unas posibilidades de ocio prácticamente ilimitadas. Goza de un clima suave en toda la costa norte, con temperaturas máxima de 30 grados centígrados, lluvias en primavera y otoño (cuidado con la gota fría), y un clima más continentalizado en el resto de la localidad con inviernos más fríos y veranos más cálidos (de hasta 40 grados centígrados).

De especial interés para el navegante encontramos la Isla de Tabarca, a 2.35 millas náuticas del cabo de Santa Pola, con su hermosos puertos pesquero, y desde hace poco también abierta al turismo. Posee la primera reserva marina de España, un refugio para la flora y fauna que se ha convertido en todo un paraíso para los buceadores. Si su embarcación es de poco calado, puede también acceder a la cueva del Llop Marí, de unos 100 metros, o también la Reserva natural de las Islas Columbretes.

Hay mucho donde escoger. La comunidad Valenciana goza de 22 parques naturales y espacios protegidos.

A lo largo de la costa encontrará más de 40 marinas y puertos deportivos donde poder amarrar su embarcación y realizar toda clase de actividades acuáticas, desde deportes, hasta vela. Sus instalaciones se encuentran entre las mejores de Europa, hasta el punto de desarrollarse regatas de prestigio internacional como la Amerina’s Cup o la Volvo Ocean Race. Las playas son otra destacada atracción de la costa Valenciana, con variedad de estilos y arena, como la cala rústica de Les Urques o playa Racó, esta última con zonas delimitadas para deportes y juegos infantiles.