Qué ver en Cerdeña
La hermosa isla de Cerdeña, orgullo de Italia, conserva todavía el aire místico de antaño, mucho tiempo antes de que se abriera definitivamente al turismo, de lo cual tampoco hace demasiado.
La costa es, indiscutiblemente, el centro de un tipo de turismo elitista donde se puede disfrutar de una agradable estancia rodeado por el mar, en unas excelentes playas sardas con puertos deportivos cercanos, como Porto Cervo y Porto Rodtondo, ambas en la localidad de Olbia, Costa Esmeralda. Un turismo menos exclusivo lo encontramos en Alghero o Santa Teresa de Gallura, mientras que en Porto conte o Cabo Santa Margherita se centra más el turismo de agencia.
Cedeña es la segunda isla más grande del Mediterráneo, con una costa de 1849 kilómetros, un litoral largo y recto con acantilados altos y rocosos. Posee muchos cabos, rías y algunas bahías anchas y profundas en las que fondear. En este aspecto, es posible fondear con seguridad en golfos como Asinara (al norte) Orosei (al este), Oristano (al oeste) y Cagliari (al sur); y navegar visitando los islotes sin separarse mucho de la costa, como la isla de origen volcánico de San Pietro, frente a la península de Sulcis (y conectada con ferry a Portoscuso y Calasetta), o el Archipiélago de la Magdalena. Este último, convertido en parque nacional, está frente a la costa nororiental, en el mar de Tirreno, y costa de siete islas y varios islotes. Se ha convertido en un popular destino turístico especialmente entre los navegantes.
En Cerdeña predomina el clima Mediterráneo con algunas áreas afortunadas que gozan de 300 días al año sin lluvias, inviernos suaves y veranos secos gracias al viento que hace soportable el bochorno veraniego. Por otro lado, los capitanes de embarcaciones a vela descubrirán que la isla es ideal para navegar, pues predomina el mistral (del noroeste) durante casi todo el año de forma fuerte pero fresca, y también el siroco.
Una de las industrias principales es la de astillería, sobretodo en Olbia, Porto torres y Arbatx, pero, sobretodo, se basa en el turismo. En Costa Smeralda encontramos 30 kilómetros cuadrados con un plan urbanístico orientado al turismo, con playas de blanca arena, campos de golf, aeropuerto privado, puertos deportivos y, en septiembre, la regata Sardinia Cup. Muchos hoteles de lujo gozan de amarres privados.
Otros reclamos son los parques naturales, la Cascada de Sa Spendula o el macizo Gennargentu, dónde, además, hay pistas de esquí para el invierno.
La costa es, indiscutiblemente, el centro de un tipo de turismo elitista donde se puede disfrutar de una agradable estancia rodeado por el mar, en unas excelentes playas sardas con puertos deportivos cercanos, como Porto Cervo y Porto Rodtondo, ambas en la localidad de Olbia, Costa Esmeralda. Un turismo menos exclusivo lo encontramos en Alghero o Santa Teresa de Gallura, mientras que en Porto conte o Cabo Santa Margherita se centra más el turismo de agencia.
Cedeña es la segunda isla más grande del Mediterráneo, con una costa de 1849 kilómetros, un litoral largo y recto con acantilados altos y rocosos. Posee muchos cabos, rías y algunas bahías anchas y profundas en las que fondear. En este aspecto, es posible fondear con seguridad en golfos como Asinara (al norte) Orosei (al este), Oristano (al oeste) y Cagliari (al sur); y navegar visitando los islotes sin separarse mucho de la costa, como la isla de origen volcánico de San Pietro, frente a la península de Sulcis (y conectada con ferry a Portoscuso y Calasetta), o el Archipiélago de la Magdalena. Este último, convertido en parque nacional, está frente a la costa nororiental, en el mar de Tirreno, y costa de siete islas y varios islotes. Se ha convertido en un popular destino turístico especialmente entre los navegantes.
En Cerdeña predomina el clima Mediterráneo con algunas áreas afortunadas que gozan de 300 días al año sin lluvias, inviernos suaves y veranos secos gracias al viento que hace soportable el bochorno veraniego. Por otro lado, los capitanes de embarcaciones a vela descubrirán que la isla es ideal para navegar, pues predomina el mistral (del noroeste) durante casi todo el año de forma fuerte pero fresca, y también el siroco.
Una de las industrias principales es la de astillería, sobretodo en Olbia, Porto torres y Arbatx, pero, sobretodo, se basa en el turismo. En Costa Smeralda encontramos 30 kilómetros cuadrados con un plan urbanístico orientado al turismo, con playas de blanca arena, campos de golf, aeropuerto privado, puertos deportivos y, en septiembre, la regata Sardinia Cup. Muchos hoteles de lujo gozan de amarres privados.
Otros reclamos son los parques naturales, la Cascada de Sa Spendula o el macizo Gennargentu, dónde, además, hay pistas de esquí para el invierno.